Mientras tomo dos pintas de Carlsberg en The Eldon con Mónica a mi lado, y con la mudanza hecha, no puedo dejar de pensar en que sólo quedan tres días de mi ya agonizante erasmus. Las últimas semanas han sido buenas, de relax y viajes.
Estuve en Londres tres días visitando a una buena amiga de Islandia. Gillian es un caso curisoso. Italiana/Americana afincada en Londres, su perfecto inglés no impide dejes italianos en ciertos momentos, en los que la musicalidad de su lengua paterna se adueña del inglés. Quizá una de las mejores amigas que jamás podría haber soñado hacer en dos escasas, pero intensas, semanas de convivencia. Recorrí todo Londres andando, incluido Hyde Park y sus ardillas, que se acercaban a ver si el objetivo de mi réflex era comestible, y sus bandadas (plaga) de palomas.
Su amigo Carlo y yo también volvimos a vernos, y acabamos llorando de risa con
Day of the dead, película de culto del de culto director George A.Romero. Recomendado "método de elevación" a vuestra elección para verla. Los sinsentidos, falta de explicaciones y penosas actuaciones pueden ser tanto motivo de risa como de frustración (o de sueño, como le pasó a las tres personas más que empezaron pero no acabaron la película con nosotros). Hacia tiempo que no me reía tanto con una película...de zombies. Eso sí, la actriz principal ganó en Sitges el premio a mejor actriz (mal año imagino). La noche de pintas por Londres y descanso al lado de London Bridge iluminado por focos de colores no tuvo precio.
Ya de vuelta, con los atascos y retrasos de rigor (no es de extrañar, dado que si pones ROTONDAS en AUTOVÍAS lo raro sería que no se formasen colas), me planté en Leeds justo para llegar a la estación de tren y recoger a Mónica, que vino acompañada por una amiga que casualmente andaba por el aeropuerto de Manchester. La presencia de Mónica ya es más que agradecida, pues Pablo también ha dejado Leeds. El último día fue raro. El sitio de siempre en Welton Road, la comida de siempre, la tele de siempre con la serie o película de turno...pero todo por última vez.
Las últimas veces despiertan la conciencia de la naturaleza finita de lo que nos rodea. Hablamos y disfrutamos de nuestro Chicken Tikka nan bread kebab de Zulfis (
Futuros erasmus, tenéis que IR).
El dueño, al que hemos pagado suficiente dinero para pagar al universidad a 2 generaciones, ya nos trataba como habituales y accedió a inmortalizarse con nosotros en mi cámara (Supongo que visitar un lugar al menos 3 veces a la semana te hace "regular consumer"). César y Pablo son sin duda dos amigos que me llevo de esta erasmus, y sólo por eso una erasmus ya es worth it.
Mónica ya está aburrida a mi lado, llevo unos 20min. escribiendo y acabamos de mudarnos de Henry Price a St. Marks accomodation. El contrato de HP acababa hoy y hemos movido todo a otra residencia por estos tres días. La sensación de ver mi habitación de estos 10 meses vacía ha sido extraña, pero menos triste de lo que imaginé. Espero que otro erasmus el año que viene disfrute en ella como yo ;) A la vez que yo Rory, mi compañero de piso, se ha ido con sus padres a Liverpool, y luego a Alemania, y luego a Italia...Si algún día visito Sydney, supongo que volveré a verle (incertidumbre del que viaja. El volver a ver).
Os dejo que voy a tomarme otra pintilla de Fosters y usar Skype a ver si hablo con mis padres.
¡Nos vemos pronto!
PD: Me corté el pelo...
PD2: No sé cómo, pero me he conectado al punto wi-fi que tengo configurado como de la UAM (la Universidad autónoma de Madrid), con la contraseña y todo.
PD3: ¡Publicidad de Benidorm en taxis ingleses!
Mi "pueblo", como le decía a Gill.
