Salir, conocer gente: Erasmus

Cuando estás en una ciudad de estudiantes, en la zona universitaria, salir a la calle implica en la mayoría de los casos conocer gente nueva. Ya sea porque tu acento les resulta curioso e inician una conversación típica con un "Where are you from?", o porque te ven más perdido que un pulpo en un garaje (como una amiga solía decir) y te echan una mano, como buenos ingleses.

En el caso de hoy, Joshua, en el supermercado. Lo apunto porque probablemente no vuelva a verle (la última vez que dije eso...). Joven majete. Estuvimos hablando de viajes. Había visitado medio mundo, desde Israel a México.

La otra una mujerzuela en el pub donde he comido hoy. Me ha pedido el DNI con la cara de "me obligan a hacerlo, ya sé que es estúpido", a lo que yo le he dicho que me hacía ilusión, que desde que cumplí los 18 no me lo pedían.

Supongo que la vida de un erasmus, o de cualquier viajero, está plagada de historias similares. Momentos que se viven para no volver a repetirse, y gente con la que te encuentras y que probablemente no vuelvas a ver. Me gusta. Resalta eso que tan poco presente tenemos: Todo se acaba.

PD: El punto cómico-terrorífico del día lo han puesto dos sucesos:

1- La cocina estaba limpia. El bio-hazard, como decía una compañera, ha desaparecido. Habrán sido los duendes.

2- El punto más terrorífico de verdad. Una paloma, esas ratas voladoras que nacen adultas, que nadie ha visto salir del huevo...Pues bien, una grandullona estaba encima de otra muerta, con porte asesino. Poco después la cosa se ha puesto peor y ha empezado a comérsela. No he podido aguantar la risa (si vieseis la cara de los ingleses que pasaban...)

¡OJITO CON ELLAS!