Hyde Park, lugar de paz.

Me gustaba en España, y me sigue gustando aquí, tener un sitio dónde puedas encontrar tranquilidad. Mi habitación está bien, pero hay veces que tengo cantantes invitados, por lo que Hyde Park la supera ampliamente.

Lo que no había descubierto hasta hoy es que más que Hyde Park, me gusta el Hyde Park de por la noche, que es parecido pero completamente distinto al que encuentras por el día. Tranquilos, no me he unido a las filas de los violadores de hombres, es sólo que hoy he vuelto sólo cruzando Hyde Park, y ha sido increíble. El cielo estaba despejado salvo por las zonas más cercanas al horizonte, con una luna creciente que se levantaba poco a poco, cambiando su color del amarillo al blanco lentamente; curiosamente, la contaminación lumínica no le sienta demasiado mal, ves sólo las estrellas más brillantes, pero se ven muy bien, destacando en ese toque violeta que le da la ciudad al cielo nocturno. Un cielo así no es nada del otro mundo. La magia llega cuando lo miras a través de las ramas de los árboles deshojados, colocados en fila, que contrastan con ese cielo estrellado de color violeta, te sientas a disfrutar de la fría tranquilidad y el silencio mientras las ramas se retuercen ante tus ojos, casi tocándose. Los árboles que no han perdido las hojas sugieren formas siempre vigilantes, que cobran vida cuando el viento las agita.

Si eres un bromista, todavía te queda disfrutar de la gente que pasa por el parque, ya que llevan los sentidos de punta. Aunque vayas caminando es difícil no encontrarte con un grupo de chicas que vuelve a su casa. Normalmente pegan un gritito, preguntan "Who is there?", y bueno, dependiendo de lo que les respondas sucederá una cosa u otra. Yo me guardo la respuesta, pero os puedo describir la "risa" con que se fueron: imaginad un conejo riendo. Así es.

En fin, voy a dormir, que hoy he visto "El ciempiés humano" y me esperan dulces sueños (Era mala, malísima).

PD: Os prometo alguna foto del parque por la noche, cuando haya otra despejada.