Más música.

Leeds es una ciudad repleta de eventos culturales, y lugar de paso hacia metas mayores de artistas y creadores de toda clase, desde músicos a pintores o fotógrafos. La oferta es amplia y variada (casi siempre con un lugar donde comprar pintas pegado al evento, si es que no se celebra en un bar).

El día 4 disfruté de un concierto de música clásica interpretado por la Orquesta "Opera North". El director movía la música con las manos mientras la veía con los ojos mirando al vacío, con esos tics típicos de los que están a medio camino entre la razón y una locura insana. Al piano John Lill, típico hombre con porte y cara de abuelo severo, pero amable. La orquesta era una mezcla entre pelos canos y caras arrugadas frente a jóvenes con rostros expectantes, todos ellos bajo el dominio de un impresionante órgano, que presidía la sala del concierto (ya haré fotos al próximo que vaya). Los tubos colocados en círculo formaban columnas que terminaban casi en el techo, organizadas por tamaños alrededor de un motivo central circular, de color dorado. Se nota que Leeds tiene dinero en estos detalles, además de por supuesto el edificio y la sala. Grandes columnas y arcos con relieves y frescos decorativos. Me senté en la zona central a pocos metros del escenario (50% de descuento en la entrada. Los estudiantes tenemos grandes descuentos para casi todo aquí)

La primera obra fue de Rimsky-Korsakov (la primera vez que oía algo suyo creo), la Overture: May Night (os dejo los links por si alguien quiere oirlas en youtube).

La segunda, de Prokofiev, el Piano concerto No3 (en vídeos relacionados, a la derecha, tenéis el resto de movimientos). Quizá no os suene de nada este tal Prokofiev, pero si escucháis esto:

seguro que os suena. Pero hay más. Si escucháis esto seguro que que os trae grandes recuerdos de la infancia. Sí, la famosa marcha es de Prokofiev.

Por último, y la verdadera razón de que comprase esa entrada, Stravinsky y su Pájaro de fuego (The Firebird), en la versión de 1945. Caí por casualidad en esta obra mientras perdía un poco el tiempo en youtube. Sublime la vida, muerte y resurrección salvaje de este pájaro, en 3 movimientos intensos. Impresionante la percusión en la interpretación. Un tambor del tamaño de una persona en pie, y bien profundo daba notas graves e igualmente profundas. Todo vibraba con violencia cuando era golpeado (quiero uno igual). El punto gracioso, siempre lo hay, fue el puesto por el músico encargado del triángulo (como yo ya hice una vez en el colegio). Gran papel, fundamental para que el pájaro resucite. Os dejo el 1º movimiento, dedicadle el tiempo que vale la pena. Si os engancha, terminad de escuchar los otros dos (que tenéis de nuevo a la derecha, en vídeo relacionados):

Aquí os dejo toda la interpretación dirigida por el propio Stravinsky, en un sólo vídeo (falla un poco la calidad del sonido): ¡Ábrete pestaña!

¿Qué tendrán los rusos que componen música tan excelente?

Os dejo ya, que creo que la entrada se ha alargado un poco, y no os apetecerá leer acerca del grupo americano que he ido a ver tocar hoy con César. Ya os lo contaré. Sólo escribo, para que no se me olvide a mí mismo, que la batería del grupo no estaba nada mal (A ver si cambiáis a Andrés o a Ruky por algo así...), que el guitarrista de nuevo quedaba poseído y bailaba rígido, salvo la cabeza; algo similar le pasaba a la bajista, que conseguía seguir el ritmo sólo con la cabeza, dejando el cuello completamente tieso. Intentadlo delante del espejo, seguro que os reís un poco. La segunda guitarra se pasó el concierto oculto tras las pantallas, que por cierto atentaron seriamente contra nuestros tímpanos (o quizá es que llevo mucho sin escuchar música tan alto).

Bona nit!

PD: Que mala leche que no me deja poner otro tamaño de letra...