Haciendo trabajos

En régimen penitenciario he estado estos días, bueno, peor, ya que no tenía piscina, ni me cuenta como tiempo para jubilarme. Ya he acabado (3 trabajos en 2 días), así que a ver qué tal. He pasado unas buenas navidades, como todo el mundo que ha llegado igual: Sin haber hecho nada. Bueno, para calmar mi conciencia ya llevaba alguna cosa leída, pero nada escrito. Ya estoy harto de argumentos de diseño inteligente, principios de actuación si limitamos la libertad de otros...me he vuelto demasiado cínico me temo, y sólo veo respeto por formas de vivir y ver, pero no paso por saltos injustificados o carentes de sustento de unos que intentan que me crea y en vez de x. Siempre les puedes decir: ¿Y por qué no z? Y ya tienes discusión filosófica para rato. El creativo ha entendido las normas y las rompe (o reordena) así. El genio las rompe y construye encima. El niño prodigio ni siquiera llega a conocer las normas.

En fin, desvaríos producidas por falta de aire y kebab (voy a por uno ahora).

Me pregunto hasta cuándo seguiremos diciendo: ¡Estás vacaciones si que hago algo! (y por algo me refiere a lo que es obligatorio, no el resto de cosas interesantes en nuestras vidas).

Ayer salí por Hyde Park para despejarme y encontré esta casa siniestra, con la que os dejo. Es increíble como un poco de atmósfera oscura y ramas puede transformar un acogedor hogar en esto:

¡Un saludo!